Dulces del día de los Santos

No hay nada más nuestro que la festividad de Todos los Santos y su víspera, la jornada dedicada a los Fieles Difuntos. Lo de presentar respetos a nuestros antepasados y sumarse a los cultos, quien desee hacerlo, es una práctica tradicional que, como tal, ha pasado de generación en generación.

Vale que la tendencia vaya cambiando y ahora parezca más divertido ponerse un disfraz y pedir caramelos, pero incluso esa práctica que parece importada tiene su precedente en este lado del océano. En concreto, en la celebración celta del Samhain, el paso de un año a otro, el fin de las cosechas y el comienzo de la estación oscura.

Se celebre como se celebre, la gastronomía es una aliada, y en la mesa no pueden faltar los dulces del día de los Santos. Eso también es arraigo y tradición.

Dulces del día de los Santos más conocidos

Los huesos de santo

Esta exquisitez es un mazapán, hecho a partir de una pasta de almendras, azúcar, agua y un rico relleno de dulce de yemas. Si es típico de la festividad es por su forma cilíndrica y su color claro, emulando al tuétano de los huesos.

Los panellets

Son típicos en Cataluña y otros puntos del Levante peninsular, pero en cualquier sitio se disfrutan con el mismo gusto. Datan del siglo XVIII y se cree que sus orígenes tienen que ver con la gastronomía árabe, y también están hechos de una masa dulce a base de azúcar y boniato, a lo que se añade almendra y, en versiones más innovadoras, pistachos, curry, chocolate… Pueden ser de muchas formas distintas.

Buñuelos de viento

Estas adictivas bolas se hacen con harina, mantequilla y huevos, que se fríen y se rebozan en azúcar. Se pueden comer tal cual o rellenarlas con chocolate, crema o nata montada, a gusto de cada cual. Imprescindibles entre los dulces del día de los Santos.

Gachas dulces

También una receta tradicional que tiene su origen en Jaén, y que se elabora con harina, leche, azúcar, matalauva, pan frito y agua. Son habituales en los desayunos, pero se dejan comer a cualquier hora.

Chulas

Es un postre gallego proveniente, precisamente, del Samhain . Se hace con leche, harina, levadura, huevos y azúcar, aunque, como todas, la receta puede variar. De hecho, una de las más conocidas añade calabaza, un producto de temporada que se puede aprovechar de este modo.

Mantecados E.Moreno “Somos los artesanitos”

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